La llamada Cuarta Revolución Industrial, que es consecuencia de la irrupción de nuevas tecnologías como la robotización, internet, Big Data, drones y la impresión digital, entre otros, ya está empezando a impactar en el mundo del trabajo:
- De acuerdo con un estudio del MIT, un robot sustituye de media seis puestos de trabajo y, además, promueve que los salarios bajen un 25%.
- Y según la International Federation of Robotics en el mundo hay actualmente 1,5 millones de robots y se espera que en 2025 haya 6 millones.
- El Banco Mundial dice también que el 60% de los puestos de trabajo se verán afectados por estas innovaciones disruptivas.
Por lo tanto, si no hacemos nada y continuamos con las inercias actuales, en pocos años decenas de millones de personas se verán afectadas, ya que esto tiene muchas consecuencias indeseadas y, entre ellas, que millones de personas se queden sin trabajo.
Una de las medidas que se están proponiendo es implantar una renta para las personas que se quedan atrás. Y en muchos países se está debatiendo si la renta debe ser básica (la percibe todo el mundo) o bien condicionada (la reciben las personas que cumplen determinadas condiciones). Esta segunda opción es en estos momentos la que tiene más recorrido.
- En primer lugar, la duración de la jornada laboral. En estos momentos tenemos un nivel de paro demasiado elevado. Y simultáneamente, hay empresas, especialmente en el mundo de la consultoría, con personas que tienen jornadas semanales de 45, 50 y, incluso, 60 horas. Por lo tanto, tenemos millones de personas sin trabajo que conviven con muchas personas que no tienen tiempo de vivir más allá del trabajo. Por tanto, el trabajo actual en muchos casos no está bien repartido.
- Un segundo tema, es la necesidad de crear nuevos puestos de trabajo para que todos vivamos mejor. Un ejemplo: hay mus.eos en Inglaterra donde los visitantes tienen la oportunidad de disponer de personas que los guían por todo el museo de forma gratuita. Estos servicios los prestan personas que son contratadas por los ayuntamientos. Es tan sólo un ejemplo, pero creo que habría que crear millones de puestos de trabajo en ocupaciones relacionadas con servicios a las personas (enseñanza, sanidad, bienestar social …).
En definitiva, no hay que resignarse a ver cómo los robots destruyen cada día más y más puestos de trabajo. Hacen falta paradigmas diferentes, repartir mejor el trabajo actual, dotar con más recursos humanos los servicios a las personas y crear empleos que ahora no existen.