Efecto transformación digital – Horizonte 2030 – impacto en Espàña

fuente : Informe  McKinsey Global Institute ‘El futuro del trabajo después de la covid-19

El 54% de las mujeres y el 54% de los ocupados con peores ingresos se verán afectados de aquí a 2030 al acelerarse el proceso de digitalización
 

La pandemia de la covid-19 ha acelerado los cambios en los hábitos y conductas de los consumidores y en los modelos de negocio de las empresas, lo que tendrá un impacto duradero en el tiempo e intensificará la redistribución del empleo a lo largo de la próxima década. Esto forzará a millones de trabajadores de todo el mundo a buscar nuevas ocupaciones al desaparecer las actuales.

Este estudio estima que el 20% de los viajes de negocios no se volverán a realizar y alrededor del 20% de los trabajadores podrían terminar trabajando desde casa de manera indefinida. La automatización es inevitable, aunque en unos países llegará más rápido que en otros, algo que, no obstante, no tiene que verse solo como un peligro, sino como una oportunidad de reinventarse y mejorar la calidad de vida, aunque para ello la formación es fundamental.

En España el impacto del coronavirus en el futuro del empleo es más limitado que en otros países más desarrollados, pero aún así la pandemia eleva un 7% el número de empleos que se verán afectados de aquí a 2030, situándose así en los cinco millones, 900.000 más que antes de que estallara esta crisis. Supone que uno de cada cuatro ocupados tendrá que buscar una nueva forma de ganarse la vida.            

El estudio precisa que alrededor de 1,6 millones de trabajadores se verán empujados para 2030 a cambiar de ocupación. De ellos, 1,4 millones estarán obligados a un cambio total de ocupación y categoría, mientras que 200.000 sí mantendrán su actual categoría ocupacional. Serán los trabajadores más vulnerables, aquellos con menor formación y salarios más bajos, los más jóvenes, las mujeres y los inmigrantes los que sufrirán con mayor virulencia los efectos. En España, el 54% de los trabajadores de bajos ingresos y el 54% de las mujeres ocupadas serán desplazados, según destaca el informe.         

Si se observa la evolución de las ocupaciones en comparación con la situación anterior a la pandemia, se puede apreciar una tendencia común en todos los países: el descenso en el crecimiento neto del empleo se concentra en los puestos de trabajo con salarios bajos y medios, como los puestos de atención al cliente y ventas, la hostelería y los servicios de alimentación, mientras que la creación neta de empleo se producirá principalmente en puestos de trabajo con salarios elevados, como los de atención sanitaria y las profesiones STEM (ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas).            

De esta forma, en España se crearán alrededor de medio millón de nuevos empleos en los trabajos con un percentil alto de ingresos, mientras que se destruirán 700.000 puestos en niveles salariales intermedios y otros 100.000 en los percentiles salariales más bajos.            

Más específicamente, los empleos más afectados por esta transición forzosa serán los camareros, dependientes, cajeros, empleados de oficina, operadores de máquinas de envasado y llenado, así como empleados de contabilidad, auditores y agentes de seguros. Asimismo, categorías profesionales como los servicios de comidas, soporte en oficinas, la agricultura o trabajos de producción y almacenamiento serán las que registrarán una peor evolución neta entre 2018 y 2030.            

Por el contrario, los sanitarios, creativos, las profesiones STEM, gerentes o profesionales de los negocios y del derecho registrarán una evolución neta más positiva en España, que incorporará a un millón de profesionales de las nuevas tecnologías en la próxima década.

Sin embargo, para poder acceder a estos puestos de trabajo más especializados, los trabajadores que desempeñaban empleos con salarios bajos y medios tendrán que adquirir nuevas competencias y especialidades.                      

Más teletrabajo                    

Otra de las conclusiones que se extraen del estudio es que el teletrabajo ha venido para quedarse. Según sus estimaciones, entre el 20% y el 25% de los trabajadores de las economías desarrolladas podrían desempeñar sus funciones desde casa sin que se registrase una pérdida de productividad, un porcentaje que, no obstante, en España es inferior.

Aquí sólo el 18% de los trabajadores podrían realizarse desde casa la mayor parte del tiempo (de tres a cinco días a la semana), mientras que el 63% de la plantilla sólo podría teletrabajar, sin perder eficacia, menos de un día a la semana. 

Efecto transformación digital – Horizonte 2030 – impacto en Espàña

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