Trabajar más unidos para obtener mejores resultados. Esa es una de las principales conclusiones del estudio anual “El estado de la subcontratación logística”. El trabajo, a través de entrevistas con cargadores y proveedores logísticos, detecta las que considera como principales tendencias en el mundo de la supply chain y en la relación entre clientes y proveedores.

“Desde que el estudio comenzó hace 21 años, los investigadores han visto una mejora continuada en la naturaleza estratégica de las relaciones entre cargadores y proveedores logísticos”, sostiene el estudio, a cargo de la consultora Capgemini y el doctor C. John Lagnley. Y es que la tendencia demuestra cómo los cargadores y los operadores son cada vez más conscientes de las ventajas que puede ofrecer una supply chain de calidad, basada en una relación profunda entre ambas partes. Dejando atrás los modelos cada vez más anticuados en los que la obsesión por encima de todo era el coste, entendido además de una forma superficial. Valorando solo las tarifas en vez de la optimización real de procesos.

Las bondades de trabajar con un proveedor logístico parecen claras: el 91% de los usuarios de servicios logísticos externos y el 97% de los proveedores afirman que sus relaciones son exitosas y que el trabajo en común está produciendo resultados positivos, según el estudio.

Y en estas relaciones fructíferas es donde realmente llega el ahorro en costes, de la mano, además, de la satisfacción de los clientes. “El 75% de los cargadores y el 93% de las compañías logísticas dijeron que el uso de servicios logísticos externos contribuyó a una reducción de los costeslogísticos en general; y el 86% de los cargadores y el 98% de los operadores afirmó que esta subcontratación de servicios logísticos contribuyó a mejorar el servicio al cliente”.

 

La importancia del Big Data en la supply chain

Otro aspecto cuya relevancia no ha dejado de crecer en los últimos años es el uso del Big Data. El análisis de datos ayuda a ambas partes a prever mejor las necesidades de transporte, las previsiones de venta, el comportamiento de la demanda, etc. Sin embargo, aunque cargadores y proveedores están de acuerdo en su importancia, existen algunos matices.

“Parece haber una ligera desconexión entre los proveedores logísticos y su comprensión de la importancia que el Big Data tiene para los cargadores. Entre estos últimos, el 79% aseguró que su supply chain ve un valor significativo en el uso del Big Data, comparado con el 65% de los proveedores logísticos que respondían que las cadenas de suministro de sus clientes veían este valor en el uso del Big Data”, sostiene el trabajo.

Pese a esta ligera diferencia, los proveedores logísticos están tomando medidas para ofrecer mejor información y soluciones basadas en datos. Para ello, según el estudio, están ampliando sus servicios, aumentando sus plantillas y las habilidades de sus organizaciones, expandiendo su cobertura geográfica e invirtiendo en nueva tecnología.Lo que muestra que sí existe la sensibilidad para atender las crecientes necesidades de los clientes.

Y es que parece imparable el incremento en el uso de tecnologías de la información y sistemas analíticos para tomar decisiones. Esto se debe a que tanto los operadores logísticos como los cargadores tienen que moverse en un entorno cambiante: fluctuaciones en la demanda, en las capacidades de carga y transporte, lidiar con supply chain más complejas, etc.

“El 73% de los cargadores ve una involucración significativa de sus proveedores logísticos en la transformación de su supply chain”

La importancia de la gente en la supply chain

El uso del dato y la tecnología, sin embargo, no va a eliminar de la ecuación al factor humano. El estudio consultó a los encuestados sobre qué recurso era el más importante, eligiendo entre las personas, los procesos, la tecnología y la ejecución e implementación de iniciativas. Y, aunque los resultados fueron ajustados, la gente fue el recurso más apreciado tanto para los cargadores (26%) como para los proveedores logísticos (30%).

Esto resulta fácil de relacionar con otras de las variables por las que se preguntaba el análisis: la importancia e involucración de los operadores logísticos en la transformación de la supply chain de sus clientes. Esa implicación entre ambas empresas y la capacidad para diseñar nuevas soluciones necesitan -aunque se ayuden de los datos y la tecnología- de la mano humana que las piense, las diseñe y las haga posibles.

“El 73% de las empresas que subcontratan logística indicaron una involucración significativa de los proveedores en los procesos relacionados con la transformación de la supply chain, con un 9% sugiriendo una involucración muy significativa, un 28% con una involucración significativa y un 36% como consejeros”, refleja el estudio.

 

La oportunidad de la logística inversa

Esta relación más estrecha entre las empresas que subcontratan logística y sus proveedores tiene también eco en la parte final de la cadena de suministro: la logística inversa. La mayor integración y confianza hace que las empresas deleguen más actividades en sus proveedores. Entre los cargadores, el 41% aseguró no participar en los procesos del final del ciclo de vida del producto. Y el mismo porcentaje afirmó que preferiría que un tercero manejara todos los aspectos de este final del ciclo, incluyendo la recolección y el procesamiento.

Entre las reticencias a subcontratar esta parte de la supply chain, el 34% de los cargadores lo achacó a la demanda de los propios clientes, y a las peticiones y expectativas de estos. El 22% indicó como motivo la responsabilidad sobre el producto. Sin embargo, a medida que los ciclos de vida de los productos sigan reduciéndose, la importancia de la logística inversa irá incrementando, a la par que las posibilidades de colaboración en ella de cargadores y proveedores.

En resumen, podemos comprobar cuántas repercusiones tiene la tendencia a estrechar las relaciones entre los operadores logísticos y entre las empresas que demandan sus servicios. Profundizar en la colaboración y el conocimiento mutuo repercutirá en la calidad de servicio, en ahorros reales en los costes por la mejora y la innovación en los procesos y en nuevas oportunidades de mejora para ambos.