Hace algunas semanas se celebró en Viena la 10ª edición del Global Peter Drucker Fórum, el foro más importante de liderazgo y management a nivel mundial en honor de Peter Drucker, padre del management y uno de los autores incluidos en Aprendiendo de los mejores (Alienta, 15ª edición).

El liderazgo aumenta su potencia si es profundamente humilde

Nadie duda que vivimos tiempos VUCA (en español VICA: Volátil, Incierto, Complejo, Ambigüo), por lo tanto, frente a tiempos pretéritos donde todo era más estable y predecible, hoy día la situación es la contraria.

La pregunta es inmediata: ¿Cuál es la cualidad más importante para hacer frente al escenario competitivo actual? HUMILDAD

Surge otra cuestión: ¿Qué significa ser humilde?, ¿cómo podemos ser humildes a nivel de líderes?:

1. PEDIR AYUDA. Pedir ayuda no sólo no es ser débil, sino todo lo contrario. Pedir ayuda es uno de los rasgos de mayor fortaleza emocional. La gente ganadora pide ayuda cuando lo necesita y avanza en la vida; la gente perdedora se refugia en su orgullo y queda estancada. Hay que pedir consejo, asesoramiento u opinión a los que más saben, ya sean consultores, asesores, coaches o demás colaboradores. Nadie lo sabe todo, y menos en tiempos tan complejos. La autosuficiencia (el complejo de ‘llanero solitario’) siempre ha sido peligroso porque conduce a la ineficacia y al ineficiencia, pero hoy lo es todavía más.

2. PREGUNTAR. Decía Peter Drucker en su día que «el líder del pasado era el que sabía dar instrucciones; el líder del presente y del futuro es el que sepa preguntar». Porque hoy día todo cambia muy rápido y es fundamental estar muy pegado al mercado. Siempre existe la tentación de quedarse en la cueva, en el despacho, que es lo cómodo en lugar de estar en la calle pegado al cliente. Como decíamos en esta entrevista: «Un despacho es un lugar desde del que contemplar el mundo». El propio Richard Branson también señala: «El contacto con el cliente es fundamental ya que da un conocimiento del negocio que no se puede tener, de ninguna forma, sentado detrás de una mesa. Dedica gran parte de tu tiempo a experimentar tus propios negocios y a compartir opiniones con los clientes».

3. FEED-BACK. En Tu futuro es HOY(Alienta, 5ª edición) escribimos: «No hay mayor enemigo para crecer y mejorar que tenerle miedo a la verdad». Para mejorar hay que hacer autocrítica, pero no es algo común porque la autocrítica es el suicidio de la vanidad. Todos decimos que hay que pedir feedback, pero en realidad a nadie nos gusta que nos digan que no queremos escuchar. Jack Welch, ex CEO de General Electric, decía: «Enfrenta la realidad tal y como es, no como era o te gustaría que fuese». No hay nada más sano que tener alguien de confianza que nos diga las cosas sin tapujos. Los buenos líderes siempre quieren saber la verdad y además rápido, porque entonces pueden actuar para corregir. Mentir(se) es prolongar un fracaso. Los seres humanos tenemos una gran facilidad de negar la realidad porque nos evita asumir responsabilidad, y la autorresponsabilidad es el primer secreto del éxito.

4. DEJARSE ENSEÑAR. En tiempos pretéritos, a mayor edad, mayor sabiduría. Eso hoy día no es del todo cierto, porque Internet y las Redes Sociales han transformado nuestra forma de interactuar y relacionarnos con el mundo. Antes era impensable que un joven fuese millonario, hoy día encontramos cientos por el mundo. Cada vez se habla más del ‘Mentoring Inverso’, como son los más jóvenes quienes están mentorizando a las cabezas directivas en muchas cuestiones de actualidad, porque a ellos les gustan ser pioneros, probar, trastear y además están al tanto. Tienen mucha más agilidad y rapidez, así que mejor que perder el tiempo leyendo cualquier manual de instrucciones, es acelerar nuestro aprendizaje dejándose enseñar por los que más saben. Ya lo decía Ralph Waldo Emerson: «Todo el mundo que conozco es superior a mí en algún sentido. En ese sentido aprendo de él».

5. ESCUCHAR. Desde el punto de vista del Cliente Externo (Consumidor), vender es solucionar problemas a la gente; y para solucionar sus problemas, tienes que saber cuáles son sus problemas; y para saber cuáles son sus problemas, tienes que escucharlos. Escuchar es la forma más efectiva de saber qué es importante para alguien. Los grandes líderes son grandes escuchadores: hablan menos y escuchan más. Y desde el punto de vista del Cliente Interno (Empleado), diriges bien si escuchas bien. No puedes dirigir a quien no conoces. Es muy difícil relacionarse con otro ser humano sin comprenderlo, sin conocer su realidad personal. La empatía es fundamental. Si no conoces a la gente, no puedes relacionarte con ella. Y para conocerla, tienes que mostrar interés por su vida. Y mostrar interés por su vida, supone escucharles bien. Peter Drucker también decía que «muchos directivos se creen maravillosos porque hablan bien; cuando no se dan cuenta que ser maravillosos con las personas es escucharlas bien».

6. OBSERVAR. El famoso jugador de Baseball Yogui Berra señalaba: «Se puede aprender mucho tan sólo observando». Observar no es sino otra forma de escuchar, pero indirecta. En la escucha tienes alguien del que absorbes directamente, en la observación absorbes del contexto. Te nutres de inputs de situaciones, informaciones o personas de manera lateral. Las personas observadoras en cualquier circunstancia tienen una ventaja competitiva para llevarse cosas de cualquier contexto y aplicarlas a su día a día para Aportar Valor.

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