Articulo el Segre® – ILS Arrizabalaga
Liderazgo de competencias por valores
Identificar el nivel de desarrollo de una competencia técnica es relativamente fácil, tanto para entrenar como para «medir» o evaluar su progreso. Conocemos los procesos y sus resultados son tangibles.
Con las competencias transversales rara vez sucede así. Pocas empresas desarrollan un diccionario competencial teniendo en cuenta el tipo de valores “practicados” que definen el ADN de la empresa.
¿Cuál es la diferencia entre valores y competencias? La principal diferencia a nivel práctico es que las competencias se pueden medir y los valores no. El valor está más unido al qué (es importante) y la competencia al cómo (lo aterrizamos en nuestro día a día). Volviendo al símil poético, los valores son nuestras musas, las competencias nuestros versos.
Muchas ocasiones valores y competencias se mezclan y se confunden. Sobre todo, cuando vemos que bajo el mismo nombre es una competencia para una empresa y un valor para otra. Desde un punto de vista teórico, esto es posible, porque lo que hará que sea una cosa o la otra es el nivel de detalle con el que la vamos a definir. Si la aterrizamos en comportamientos, será competencia. Si nos quedamos en un nivel más conceptual será valor.
Se podría incluso decir que una competencia debería ser un valor puesto en acción. Las unas y las otras se necesitan y se complementan. Una empresa con valores y sin competencias tendrá dificultades para trasladar al día a día de sus empleados sus propósitos e ideales. Una empresa sin valores y con competencias será como un explorador aparentemente bien entrenado y experto, pero caminando sin brújula.
El desarrollo del liderazgo de competencias por valores es fundamental para las empresas modernas y ágiles, donde aseguran la contratación y retención de talento, minimizando los desperdicios (empresa lean RH) de errar con una contratación que a posteriori no se adeque (perfect match or fit) a los principios y valores de la empresa que te está contratando.
Las organizaciones que descuiden el desarrollo del liderazgo de competencias por valores perderán la partida por la contratación y retención del talento y por ende, el desarrollo del talento que se ajuste con los principios y valores que tiene la empresa, es el nuevo llamado Lean RH (Lean de gestión de personas). Y que será clave con las nuevas generaciones Y, Z, donde priorizan este bienestar y esta alineación de los valores de la empresa y los valores propios, aumentando el compromiso y la motivación intrínseca de los empleados hacia esa empresa para la que trabajan, como una extensión de su vida.