Recientemente, uno de sus fundadores, Peter Diamandis, ha compilado en un listado, las 8 que considera que van a cumplirse de un modo exacto en apenas una década.
Son las siguientes:
1. Un cerebro humano en nuestro bolsillo por menos de 1000 euros. En 2025 Diamandis asegura que una computadora portátil calculará 10.000 trillones de ciclos por segundo.
2. En ese mismo 2025, la Internet del Todo superará los 100 mil millones de dispositivos conectados, cada uno con una docena o más de sensores que recopilen datos. Le llaman la economía del trillón de sensores. La revolución de los datos que viene no es imaginable y el valor económico rondará los 20 trillones de dólares.
3. No es difícil pensar que nos dirigimos hacia un mundo donde el conocimiento alcance la perfección. Un billón de sensores tomando datos a todas horas y en todas partes (coches, drones, satélites, dispositivos de todo tipo, cámaras) podremos saber todo lo que queramos instantáneamente y procesado previamente. La respuesta perfecta a cualquier duda cada vez está más cerca.
4. Por esa fecha, cerca de 8.000 millones de personas estarán conectadas. Proyectos como Facebook (Internet.org), SpaceX, Google (Project Loon), Qualcomm y Virgin (OneWeb) calculan que a mediados de la próxima década podrán proporcionar conectividad global a todos los seres humanos en la Tierra a velocidades que superarán una mega por segundo. Vamos a pasar de tres mil millones a ocho mil millones los seres conectados. Eso va a cambiarlo todo. Económicamente y socialmente. Esa población conectada superior al doble de la que actualmente lo está no lo hará a partir de algún tipo de cachivache básico como fueran los módem a 9600 con los que empezó todo este lío digital. No, hablamos de personas conectadas y usando la nube, la inteligencia artificial, el crowdfunding, el bitcoin, las redes o plataformas de economía circular.
5. Las instituciones de salud existentes van a ser sustituidas y muy rápido a partir de la irrupción de nuevos modelos de negocio que sean más eficientes que los convencionales. La detección biométrica (wearables) y la AI nos velarán por nuestra propia salud. La secuenciación genómica a gran escala y el aprendizaje automático nos permitirán comprender la causa raíz del cáncer, las enfermedades cardíacas y las enfermedades neurodegenerativas, y qué hacer al respecto. Tal vez, a finales de la próxima década, no mucho más, los cirujanos robots operarán a un coste muy reducido.
6. Cuando se invierten miles de millones se espera algo a cambio. Cuando, en un mismo sentido, lo hacen un buen número de empresas es más que probable que algo suceda. Facebook (Oculus), Google (Magic Leap), Microsoft (Hololens), Sony, Qualcomm, HTC y otros están creando una nueva generación de pantallas e interfaces de usuario que suponen la entrada de lleno a un mundo desconocido, y virtual.
La pantalla tal y como la conocemos, en tu teléfono, en tu computadora o en tu televisor, desaparecerá progresivamente y será reemplazada por gafas. Pero según la Singularity, en menos de 10 años esa sustitución no será por unas gafas geek tipo Google Glass, sino el equivalente a lo que conocemos por unas gafas graduadas o de sol tradicional. El resultado será una disrupción masiva en una serie de industrias que van desde el retail, lo inmobiliario, la educación, los viajes, el entretenimiento y las formas más básicas y fundamentales con las que operamos como seres humanos.
7. La investigación en inteligencia artificial avanzará más que nada en esta década que viene. Si crees que Siri es útil ahora, la generación de Siri de la próxima década se parecerá mucho más a un asistente de cualquier película de ciencia ficción que conversa, aconseja y propone con sus ‘dueños’. Empresas como IBM Watson, DeepMind y Vicarious continúan trabajando, ya con cierto éxito, en ofrecer en pocos años una nueva ‘Siri’ pero con capacidades ampliadas para comprender y responder inteligentemente y a un coste residual. Es muy probable, al igual que ahora damos acceso a Google a que sepa que hacemos en la red, que le demos acceso a un software inteligente a todas nuestras conversaciones, correos, datos biométricos, agenda o lo que sea a cambio de una comodidad a la que poco a poco iremos acostumbrándonos y a la que no estaremos dispuestos a renunciar.
8. A menos que vivas en una cueva y no hayas salido de ella en los últimos cuatro años, habrás oído hablar del blockchain, del bitcoin o de ethereum. Las criptomonedas descentralizadas que se considera van a cambiar el mundo económico. El problema, o virtud, es que el tema vinculado a la divisa es lo de menos. La verdadera innovación es el blockchain en si mismo. Un protocolo que permite transferencias digitales de valor seguras y directas (sin intermediarios) y activos (no solo dinero sino también contratos, acciones o identidades). En menos de diez años, el concepto blockchain va a conmocionar el mundo como lo hizo Internet hace apenas un par de décadas.
Estas serán las tendencias del futuro y de la 4ª revolución de la que nos nos hemos dado cuenta y ha llegado para quedarse. La opcion es tuya: Subirte al carro o no?. Tu decides …..