El pensamiento visual o visual thinking se basa en la utilización de recursos gráficos para la expresión de conceptos e ideas, lo que facilita su comprensión. Luis Ángel Gómez Galdeano, profesor colaborador de la ONG Escuela de Paz, analiza su aplicación en las aulas de todos los niveles.
El auge de plataformas para compartir imágenes como Instagram responde a un importante cambio cultural: el paso del texto escrito como eje de nuestra comunicación hacia lo visual y lo audiovisual como medio principal de transmisión de la información.
En este sentido, es precisamente de la capacidad de interpelación de las imágenes de lo que se vale el pensamiento visual para producir aprendizajes significativos.
Durante un tiempo, no sabemos cuánto, no vamos a poder compartir el espacio físico con nuestros alumnos. Por ello, seguir dotando a nuestras clases a distancia de componentes creativos, cargados de emotividad y con una gran carga motivadora cobra mayor importancia que nunca. El pensamiento visual puede ayudarnos en esta tarea.
¿Qué es el pensamiento visual?
El pensamiento visual o visual thinking se basa en la utilización de recursos gráficos para la expresión de conceptos e ideas. Pretende transformar un contenido textual o audiovisual en representaciones gráficas para que la mente pueda comprenderlas de una forma más eficiente.
El pensamiento visual como pedagogía comienza con Rudolph Arneheim y su libro “Visual thinking”(1969). En él explica que mediante la vista, el individuo aprende de un modo más rico, tanto en sensaciones como en matices que si sólo lo hace mediante el lenguaje verbal. Según él, aprender sólo del modo “convencional” limita la capacidad creativa.
Más recientemente, autores como Dan Roam en ‘Tu mundo en una servilleta’ (2010) y Toni Buzan en ‘El libro de los mapas mentales’ (2013) redescubren el pensamiento visual no tanto para ‘comunicar mejor’, sino para ‘pensar mejor’.
El pensamiento visual puede ser un poderoso aliado de la docencia y el aprendizaje:
- Ayuda a la comprensión de conceptos pues para dibujar una idea el alumno ha de pensarla, sintetizarla y finalmente representarla de manera original.
- Fomenta la escucha activa y conecta significante y significado, desarrollando en el alumno capacidades de metacognición y retención.
- Promueve la personalización y la libertad de pensamiento en su realización, lo cual hace que sea un proceso creativo, no sujeto a las limitaciones del lenguaje verbal.
- Al tener el dibujo un fuerte poder metafórico y evocador, esta metodología puede ayudar al alumno a transmitir deseos y emociones provocadas por la falta de comunicación con el mundo físico.
- El proceso de creación de imágenes representativas, más reposado que la toma de apuntes, lleva al alumno a detenerse, a observar y comprender lo que está haciendo, desarrollando el pensamiento crítico
¿Cómo preparar dinámicas mediante el pensamiento visual?
Algunas de las técnicas para la representación visual de contenido como los mapas mentales, el storytelling o el sketchnoting son utilizadas por los docentes para apoyar procesos de enseñanza-aprendizaje. Todas ellas cuentan con aplicaciones digitales, como comentaremos a continuación.
Cuando pensamos en los requisitos necesarios para desarrollar el pensamiento visual como herramienta de aprendizaje para nuestros alumnos tenemos que tener claro algunas cuestiones:
En primer lugar, es importante recordar a nuestros alumnos que el dibujo es una cualidad innata y que todos sabemos hacer flechas, letras dobles y garabatos.
acontecimientos o reflexiones y que el pensamiento visual es precisamente la puerta hacia la personalización de las mismas, animándoles a ser espontáneos y creativos.