Liderazgo 4.0 significa involucrar a tus empleados, sus habilidades individuales, sus motivaciones e ideas. Una cultura abierta, transparente e innovadora es la base para una gran agilidad, una rápida adaptación al mercado y el ADN dentro de tu organizació
Así, el líder 4.0 es también un «líder digital» capaz de crear equipos, mantenerlos conectados y motivados, e impulsar una cultura de innovación, tolerancia al riesgo y mejora continua
Las habilidades comunes, como delegar tareas, inspirar a la gente y tener una buena comunicación, características de la gestión tradicional, siguen siendo necesarias, pero un líder 4.0 necesita adoptar métodos que promuevan un entorno en el que cada colaborador pueda desarrollarse. Para ello, debe tener inteligencia emocional, sentido crítico, flexibilidad y, sobre todo, resiliencia.
Este conjunto de habilidades es esencial para alinear la transformación digital con la valorización de los colaboradores, que representan el principal capital de una empresa; al fin y al cabo, una organización está formada por personas, procesos y productos. Y todo debe funcionar de forma orgánica, siendo el factor humano el principal responsable del éxito.
De hecho, las empresas que no vean la necesidad de invertir en tecnología corren un gran riesgo de desaparecer. La transformación digital es un camino sin retorno, potenciado por la crisis vivida por muchas empresas durante la pandemia.
Un líder 4.0 tiene que actuar para mantener una buena relación entre los miembros de su equipo y, para eso, tiene que saber tratar con los diferentes perfiles de personas. También es necesario fomentar un entorno en el que esta diversidad se practique como un elemento diferenciador, que añada puntos de vista y habilidades diferentes al equipo en su conjunto.
En el Liderazgo 4.0, para conseguir resultados, es necesario dejar claro a todos los colaboradores cuáles son los objetivos estratégicos de la empresa y cuáles son las metas del área y de cada colaborador. Este proceso ayudará a crear una relación de confianza entre los que dirigen y los dirigidos, ya que todos estarán alineados y serán conscientes de su importancia.
Además, dar feedbacks constantes del rendimiento de cada persona contribuye a que el líder 4.0 mejore sus habilidades y mantenga al equipo motivado en la búsqueda de objetivos y metas. Es importante que este diálogo sea franco, y que los líderes también estén abiertos a recibir feedbacks.
Los nuevos líderes deben estar al tanto de las innovaciones que surgen en el mercado y que pueden aumentar la productividad de su equipo, además de hacer que sean más inteligentes los procesos del área. Al hacerlo, el líder motivará a los colaboradores para que busquen nuevas técnicas necesarias para optimizar su trabajo y generar más resultados.
Dado que el factor humano es el principal responsable del éxito de una empresa, es esencial estimular el desarrollo de las personas. Para ello, un líder debe promover acciones, como entrenamientos, conferencias, cursos, workshops, así como fomentar la búsqueda del auto conocimiento. Y el entorno digital favorece el acceso a plataformas de mejora profesional.
En este sentido, cada colaborador debe conocer sus propios puntos fuertes y débiles, y el líder puede contribuir a potenciar aún más las habilidades a través de un plan de desarrollo individual, que contribuya a la evolución en las actividades y en la carrera.
Las relaciones de trabajo suelen ir bien cuando cada uno tiene presente su importancia para el crecimiento de la empresa y se mantiene motivado, logros éstos fundamentales para un líder 4.0.