La incertidumbre económica mundial tras el covid está provocando que la ‘fábrica del mundo’ reciba menos pedidos. Cada dato que se conoce constata que las exportaciones de China a Occidente siguen menguando. El caso es especialmente significativo con EEUU. La situación no ayuda precisamente a una China que busca desesperadamente que su economía no entre en barrena y da una pista del escenario global que se avecina. 

La otra ‘cara de la moneda’ es una alteración en el comercio mundial y en el mapa de unas rutas marítimas que se habían convertido en tradicionales.

Los gestores logísticos estadounidenses se preparan para los retrasos en la entrega de mercancías procedentes de China a principios de enero, como consecuencia de la cancelación de salidas de los buques portacontenedores y de las prórrogas de las exportaciones por parte de los transportistas marítimos. 

Estos últimos han estado ejecutando una estrategia activa de gestión de la capacidad anunciando más salidas en blanco (canceladas) y suspendiendo servicios para equilibrar la oferta con la demanda.

«El incesante descenso de las tarifas de los contenedores procedentes de Asia, provocado por el colapso de la demanda, está obligando a los transportistas marítimos a anular más salidas que nunca, ya que la utilización de los buques ha alcanzado nuevos mínimos», explica Joe Monaghan, director general de Worldwide Logistics. 

Y es que las cifras son palmarias: los pedidos de fabricación de EEUU en China han descendido un 40%, según los últimos datos del mapa de calor sobre las cadenas de suministro que elabora la CNBC estadounidense. 

Como resultado de la disminución de los pedidos, Worldwide Logistics espera que las fábricas chinas cierren dos semanas antes de lo habitual para el Año Nuevo Lunar chino -la víspera del Año Nuevo chino cae el 21 de enero en 2023-.

La empresa de investigación sobre cadenas de suministro Project44 describe que, después de alcanzar niveles récord de comercio durante los cierres por la pandemia, el volumen de contenedores TEU (unidad equivalente a veinte pies) de los buques desde China a los EEUU se ha reducido significativamente desde el final del verano de 2022, incluyendo una disminución del 21% en el volumen total de contenedores de los buques entre agosto y noviembre.

La empresa de transporte marítimo global HLS, con sede en Asia, ha advertido a sus clientes en un reciente comunicado sobre el clima de negocios del transporte marítimo. «Parece ser un momento muy malo para la industria del transporte marítimo.

 Tenemos la combinación de la disminución de la demanda y el exceso de capacidad a medida que el nuevo tonelaje entra en el mercado», señalan. Los analistas de HLS prevén un nuevo descenso del 2,5% en los volúmenes de contenedores y un aumento de la capacidad de casi el 5-6% en 2023, lo que seguirá afectando negativamente a los fletes en 2023.

El reciente aumento de los cierres por covid en China -más allá de los recientes titulares de apertura- sigue afectando a las operaciones de fabricación y retrasando la salida de la carga. También hay obstáculos de acceso local para el transporte interprovincial y entre ciudades, sobre todo relacionados con los requisitos de examen de los conductores de camiones, con lo que la capacidad de los camiones se verá muy afectada. 

Asimismo, en EEUU, los grandes puertos de la Costa Oeste -Los Ángeles y Long Beach-, son los que han experimentado el mayor descenso del comercio, según Josh Brazil, vicepresidente de perspectivas de Project44, ya que los cargadores también han desviado algunos de sus envíos a la Costa Este para evitar el riesgo de una importante huelga sindical en los puertos de la Costa Oeste.

Los datos de salidas en blanco (canceladas) muestran que el recorte de la capacidad de los buques en la ruta transpacífica (de China a EEUU) continúa a un ritmo significativo. La Alianza 2M de Maersk y MSC ha suspendido casi la mitad de sus servicios en la Costa Oeste de EEUU para diciembre. 

La Ocean Alliance (CMA CGM, Cosco Shipping, OOCL y Evergreen) y la THE Alliance (Ocean Network Express, Hapag-Lloyd, HMM y Yang Ming Line) han recortado su capacidad total de buques en un 40-50% hasta el Año Nuevo chino.

HLS recoge datos comerciales que muestran que las importaciones estadounidenses procedentes de Asia se desplomaron en octubre hasta su nivel más bajo en 20 meses. Ahondando más en los datos de octubre, se obtiene una fotografía más nítida. Las exportaciones en dólares cayeron un 0,3% en octubre respecto al año anterior, según informó a coimienzos de noviembre la Administración General de Aduanas de China, muy por debajo del aumento del 4,5% previsto por los economistas y del 5,7% de septiembre.

Es la primera vez desde mayo de 2020 que las exportaciones registran un dato interanual negativo. Desgranando aún más los datos, el crecimiento de las exportaciones tanto a EEUU como a la UE se contrajo aún más. Las exportaciones a Europa cayeron un 6% en un mes, con una caída aún más profunda del 7,4% intermensual para las exportaciones a EEUU. Parece patente que sus economías se están enfriando y que la demanda está cayendo debido a la alta inflación y al aumento del coste de la vida.

«Los volúmenes de exportación de China retrocedieron bruscamente en octubre, debido al deterioro de las condiciones económicas mundiales y al retroceso de la demanda relacionada con la pandemia. Esta vez, la caída no puede achacarse a los problemas de la cadena de suministro. Aunque las interrupciones por virus se intensificaron el mes pasado, el sector manufacturero se libró en gran medida de las restricciones. En cambio, el reciente descenso de los volúmenes de exportación parece reflejar una inversión del aumento de la demanda mundial de productos chinos durante la pandemia», valoraba Zichun Huang, economista para China de Capital Economics tras conocer los datos.

parte, los fabricantes europeos que luchan contra los elevados precios de la energía y la inflación están exportando e invirtiendo cada vez más en EEUU», sostiene Brazil. Más allá de los lazos con China que quiera estrechar Scholz, las exportaciones alemanas a EEUU aumentaron casi un 50% en septiembre con respecto al año anterior. El sector alemán de la ingeniería mecánica ha incrementado sus exportaciones a EEUU en casi un 20% en una comparación interanual de los primeros nueve meses de 2022, según la firma.

«Al despertar a la realidad del chantaje energético ruso, la creciente dependencia de Alemania de China ha empezado a plantear interrogantes. La nueva ‘Estrategia China’ del gobierno de coalición alemán incluirá probablemente mensajes claros sobre la necesidad de reducir las dependencias y diversificar las cadenas de suministro y los socios comerciales. Berlín ya ha señalado que ofrecerá menos garantías para asegurar a las empresas contra los riesgos políticos en China.

Muchas empresas están examinando más de cerca sus dependencias en medio de la creciente preocupación por el ruido de sables de China en relación con Taiwán y las continuas perturbaciones económicas causadas por la política covid cero. Casi la mitad de los fabricantes alemanes que reciben importantes insumos de China tienen previsto reducir sus importaciones chinas, según el Instituto Ifo. Sin embargo, mientras muchas PYMES buscan diversificar sus cadenas de suministro fuera de China, los viejos gigantes industriales alemanes siguen siendo reacios a abandonar el mercado chino», agrega Mihr.

«Espero que el crecimiento de las exportaciones de China siga siendo débil en los próximos meses a medida que la economía mundial se ralentiza», barrunta Zhang Zhiwei, presidente y economista jefe de Pinpoint Asset Management. «Es probable que el enfriamiento de la economía mundial siga afectando a las exportaciones chinas en los próximos meses y, por tanto, al crecimiento. Las exportaciones han sido un importante motor de crecimiento en los dos últimos años. La contracción de las exportaciones pesa aún más sobre la frágil recuperación de la economía china, que se enfrenta a los continuos vientos en contra de la caída del sector inmobiliario y a la debilidad de la demanda interna en función de la evolución de la estrategia covid cero», sintetiza Sophie Altermatt, economista de Julius Baer.

«De cara al futuro, creemos que las exportaciones seguirán cayendo en los próximos trimestres. El cambio en los patrones de consumo mundial que impulsó la demanda de bienes de consumo durante la pandemia probablemente seguirá disminuyendo. Y pensamos que la agresiva restricción financiera y el arrastre de los ingresos reales por la alta inflación empujarán a la economía mundial a una recesión el próximo año», sentencia Huang, de Capital Economics.

La fábrica del mundo herida de muerte

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