La norma ISO 22483 del año 2020, regula la excelencia en la calidad en gestión hotelera armonizada en todo el mundo, es una excelente oportunidad para garantizar la excelencia del sector turístico y Hotelero de Catalunya para el futuro como una apuesta estratégica.


Es momento de reapertura física y mental, de volver a viajar y desconectar de esta extraña situación que parece imaginaria, pero es real. La COVID-19 ha alterado nuestras prioridades y nuestros hábitos de vida, pero también nos ha enseñado a disfrutar de cada momento y a apreciar nuestro entorno; y, si cabe, ha acentuado aún más nuestra necesidad de evadirnos, aunque sea por un breve espacio de tiempo, de nuestro día a día. En el contexto actual y aunque modifiquemos el destino final, seguiremos haciendo uso en gran medida de diferentes servicios turísticos, de los que esperamos un nivel mínimo de calidad, que nos proporcione una experiencia satisfactoria y segura.


La calidad no es un lujo y no tiene por qué estar necesariamente vinculada al precio, sino a las expectativas que tiene el cliente cuando hace uso de un servicio turístico. Es un concepto dinámico que varía para adaptarse a las demandas cambiantes de los turistas y a sus expectativas. Bajo esa premisa, todos los hoteles, independientemente de su categoría (número de estrellas) y tipología (negocios, vacacional, etc.) pueden ofrecer servicios de calidad y orientarse hacia la excelencia en sus servicios. Ya no vale el sol y playa, para España o Catalunya. Este modelo de negocio ya no es rentable.


Sin duda, hoy en día, la calidad y el valor añadido son propiedades imprescindibles para la subsistir en un mercado cada vez más competitivo; Esta Norma recoge los requisitos mínimos de calidad que debería ofrecer cualquier establecimiento hotelero en todo el mundo.


Dicha Normativa proporciona una referencia común, para todos los hoteles en términos de prestación de servicios de calidad, factor clave en la estrategia de diferenciación y competitividad, no sólo de los propios establecimientos hoteleros sino también de los destinos turísticos.


Esta norma establece grandes bloques que abordan requisitos de personal, de la prestación del servicio, organización de eventos, actividades de animación, requisitos de seguridad, mantenimiento y limpieza, finalizando con un capítulo dedicado a la gestión de la satisfacción del cliente.


Esta norma ha tenido en cuenta diferentes tipos de hoteles, sistemas de categorización actuales, modelos de negocio, tamaños y servicios ofrecidos, así como las demandas del turista actual y las tendencias internacionales. Por otra parte, viene a aportar transparencia para que el turista pueda tomar una decisión informada, especialmente ante la llegada al mercado de nuevas modalidades de alojamientos no reglados y con tratamientos jurídicos y fiscales distintos en cada uno de los países.


Concretamente en relación con el personal, se aborda de manera flexible su formación y sus responsabilidades, y se establece un procedimiento para la subcontratación de servicios. En relación con las reservas, se establece el marco sobre cómo atender, registrar, cancelar o confirmar las mismas, de acuerdo con los procedimientos internos del hotel, pero sin perder en ningún momento las necesidades y expectativas del cliente; la norma se centra por tanto en definir los resultados esperados, dejando cierto grado de libertad al establecimiento para articular sus propios mecanismos internos.


En cambio, en cuanto al equipamiento y mobiliario de las habitaciones, se determinan una serie de requisitos mínimos que resultan primordiales, teniendo en cuenta que esta norma se aplicará en cualquier país del mundo, como, por ejemplo, que todas las habitaciones cuenten con un baño privado. En el ámbito del negocio de la restauración, por ejemplo, el hotel debe proporcionar servicio de desayuno, pero se permite que sea el establecimiento quien defina bajo qué modalidad ofrecerlo al cliente (media pensión, buffet, a la carta, todo incluido), teniendo en cuenta su modelo de negocio.


Recordemos aquella frase que decía estar a la altura en cuanto a precio y calidad únicamente te hace entrar en el juego. Lo que gana el partido es el servicio. Esta norma contribuirá, sin duda, a que muchos establecimientos, y especialmente aquellos de pequeño y mediano tamaño, se atrevan a jugar en primera división.

Como empresario del sector turístico, no esperes más para dar este paso hacia la excelencia empresarial en tu sector, en estos entornos tan dinámicos y cambiantes que estamos viviendo.

Excelencia en la Gestión Hotelera – ISO 22384:2020 – Sello Europeo de la excelencia en el Turismo (Anula a: UNE 182001:2008).

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