Todos sabemos que la primera cita es muy importante, es en la que dejamos huella, en la que nos dan la oportunidad de seguir adelante, y en la que tenemos que dejar clara nuestras intenciones. Como en el amor, la primera cita comercial es parte fundamental en el proceso de enamoramiento del cliente.
Como en el juego del amor, a nivel comercial tenemos que cuidar todos los detalles para la cita. Tanto la vestimenta, los movimientos y las conversaciones.
La primera cita comercial, sigue las mismas reglas que el amor. Si nos interesa, debemos darlo todo, conquistar en esa cita, demostrando que será una relación duradera, que amaremos y cuidaremos que así sea, y que no desapareceremos.
La única diferencia en el juego comercial, frente al juego del amor, es que se permite la poligamia, comercialmente hablando claro, o lo que es lo mismo, tener más de un cliente, aunque tenemos que tener prudencia, ya que a nuestra pareja, puede que no acepte a su propia competencia entre nuestras relaciones.
Pero como todo juego, no comienza a mitad de partida: la primera cita es la parte importante para seguir, pero no es nuestro primer movimiento en el amor. Antes tenemos que contactar, coquetear e incluso flirtear con nuestro objetivo.
Debemos hacer que se fije en nosotros, que sienta interés, y que la emoción de la primera cita, nervios y gratificaciones sean mutuas.
En la primera cita hay que hacer sentir que el simple hecho de conocernos es ganar. Independientemente del resultado comercial.
Durante el tiempo de flirteo, todos tendremos unas primeras impresiones, que a veces pueden ser equívocas, y que es justo en la primera cita cuando con nuestros diálogos, conversaciones, podremos cambiar las primeras impresiones erróneas.
Lo primero que el subconsciente verá en nuestra primera cita, es nuestra vestimenta, que cuidaremos, pero durante la cita, deberemos mantener también atención a nuestra modulación de la voz como a las miradas directas a los ojos. Una modulación de la voz firme y segura, suele transmitir confianza, así como mirar directamente a los ojos para reafirmar nuestra sinceridad.
Lamentablemente, en nuestra primera cita no podremos elegir el «lugar», y a veces tendremos que lidiar con despachos con poco espacio o elementos que distraigan la atención de nuestra «pareja»: llamadas, interrupciones, etc…y es en esas situaciones en las que tendremos que sacar lo mejor de nosotros como comerciales expertos, o incluso como entrenadores del amor.
Otro aspecto importante en una primera cita, en el que debemos evitar caer, es cambiar nuestra personalidad. Nuestra experiencia, nuestra forma de ser nos hace únicos como comerciales, y el éxito está en nosotros mismos, y nuestra confianza. No seamos débiles y digamos a todo que si, ni tampoco rudos en nuestras opiniones.
Siendo uno mismo es la manera más positiva de seducir a una persona.
Por lo tanto, el secreto del éxito se basa en simplemente demostrar nuestra intención de enamorar, pero esta intención debe ser sincera, y seguro que aunque no compre o adquiera nuestro producto o servicio, con el cliente podremos mantener una relación duradera para cuándo nos necesite.
Por último, no olvides estos aspectos básicos para tu primera cita:
- Prepara el encuentro: averigua, investiga y estudia todo lo que puedas de tu pareja. Esto siempre suele ayudar.
- Proposiciones en la primera cita: SIEMPRE hay que hacer proposiciones, pero dependiendo de nuestra pareja, algunas podrán ser agresivas, y otras no tanto, pero no olvides cuál es el objetivo: enamorar
- La despedida es también importante:tenemos que dejar un buen sabor de boca, como cuando nos dan ese pequeño beso en el portal (con esto no quiero decir que hay que besar al cliente en la boca, es simplemente una metáfora). Hay que aprovechar la magia del momento para estimular una segunda acción.
En definitiva, debes crear en tu primera cita, el ambiente necesario para que tu pareja quiera viajar contigo en esa nueva aventura comercial, que sienta tu amor sincero por la relación, y tus ganas de hacerla feliz!
Y ahora…¿preparado para volver a enamorar?