Gracias a este cambio radical, la compañía japonesa ha conseguido reducir el personal de este almacén situado en el distrito Ariake de la ciudad de Tokio en un 90%. Aunque este dato no parezca muy alentador no hay que cerrarle las puertas a los avances tecnológicos, el Foro Económico Mundial ha publicado un informe en el que asegura que la automatización de tareas en el espacio de trabajo, como la de este almacén robotizado, va a crear 133 millones de puestos de trabajo en la próxima década, frente a los 75 millones que destruirá.

El sistema robótico que dirige el nuevo almacén se encarga de transferir los productos que se entregan mediante camiones, leer las etiquetas electrónicas de cada producto y confirmar la información referente a esa prenda, como el número de stock.

Una vez identificados los envíos, el siguiente paso requiere el control de las máquinas y cintas transportadoras que se encuentran dentro del edificio y se encargan de, entre otras cosas, envolver en paquetes los productos, colocarlas en cajas y marcarlas con una etiqueta.

De todas las fases de trabajo que se realizan en este proceso, la compañía asegura que solo una se realiza aún por empleados humanos. La automatización ha costado entre 9 millones y 90 millones de dólares. El presidente de Uniqlo, Tadashi Yanai, aseguró en una conferencia que tiene la intención de repetir este proyecto en el resto de almacenes que tiene la compañía por todo el mundo.

Tadashi Yanai es conocido como el Amancio Ortega japonés por haber levantado una de las pocas compañías de ropa capaces de plantarle cara a Inditex. La marca Uniqlo cuenta con tiendas físicas por todo el mundo, aunque no tantas como el imperio textil español, pues su punto fuerte sigue siendo la venta online de prendas básicas y muy baratas que puede llevar todo el mundo sea cual sea su estilo. A su éxito en ventas se suma ahora la apuesta por un sistema de fabricación y distribución futurista y más eficientes.

Las previsiones para este 2018 es que la compañía llegue a superar los 16.000 millones de euros y continue los próximos años con un crecimiento del 33%, un punto por debajo del crecimiento de Inditex, según El Economista.

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