Transformar, cambiar, innovar es una actividad de alto riesgo cuyo principal riesgo es: no practicarla. En el 2022 necesitamos más que nunca líderes que sepan acercarse al abismo de la transformación con curiosidad, para saber que pueden fallar, y con valentía, para asumir el reto de ir contra-corriente o incluso de crear una nueva corriente de pensamiento, una nueva necesidad, esa es la genialidad de los que se atreven a pensar en grande.

“No puedo entender por qué la gente está asustada con las nuevas ideas. Yo lo estoy de las viejas”, John Cage.

Necesitamos líderes que sepan impulsar el cambio, que sepan desafiar las certezas, pero también que sepan inspirar y motivar, que puedan ver oportunidades donde otros sólo ven problemas sin resolver.

El líder de hoy debe gestionar la incertidumbre, especialmente en momentos como los que estamos viviendo. En segundo lugar, ser capaz de generar confianza en los equipos para movilizar a las personas y contar con su compromiso. Y, en tercer lugar, dirigir combinando los desafíos del corto plazo con las exigencias del medio plazo.

El líder actual deber ser un icono en todos los sentidos, en lo emocional, en lo racional y en valores. También debe ser capaz de inspirar y estimular a los equipos.

El líder de hoy debe ser capaz de generar confianza y eso implica ser coherente y mostrarse auténtico, sin impostar falsas imágenes. Además, debe tener coraje para tomar decisiones difíciles, responsabilidad para afrontar lo que viene y humildad para rodearse de las mejores personas y no pretender tener todas las respuestas, sino saber formular las preguntas adecuadas y pertinentes.

El modelo de liderazgo integral y ágil de hoy en día, no se improvisa ni se consigue en poco tiempo, por lo que hay que ir desarrollando anticipadamente en la cadena de mando aspectos como gestión de la incertidumbre, y volatilidad, la toma de decisiones ágiles, generación de confianza, pasión por el aprendizaje, capacidad de inspirar y comunicación inspiradora.

Como consejo para el líder de hoy en día, Lo primero, que sea audaz. Audaz para comenzar, aunque no tenga todas las certezas y para tomar decisiones incómodas. Pero también con coraje para reconocer cuándo se ha equivocado y rectificar lo antes posible. Debe ser muy flexible, estar dispuesto a cambiar y adaptarse al entorno.
Es importante que esté continuamente en estado de alerta, que sea curioso, inconformista en la búsqueda de nuevos caminos.

Líderes transformadores

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