En el mundo de hoy, Senior y junior: una gran combinación: La necesidad de un mentor para los Millenials. La experiencia y visión que ofrece el senior (trabajador veterano)  al junior ( joven inexperto) son un valor en extinción en un entorno laboral cada vez más hostil y competitivo.

La palabra mentoring procede del mito griego según el cual Odiseo (Ulises, en latín) confía la educación de su hijo a su amigo mentor. Precisamente identificar a las personas con alto potencial y diseñar su desarrollo es el objetivo de los programas de desarrollo de personas en el ámbito corporativo de Augere, entre los que se incluye el Programa de mentoring.

Qué es mentoring y qué no

El mentoring es una herramienta de desarrollo de personas con alto potencial. Se trata de una manera eficaz de ayudar a las personas de la compañía a progresar en sus trayectorias profesionales, construyendo una relación de confianza y respeto entre el mentor y el mentee, que normalmente trabajan en un ámbito similar. El mentoring es una metodología, independiente de la relación jerárquica, que acelera el aprendizaje del mentee y su desarrollo. Es importante tener en cuenta que el mentoring no es formación. La labor de un mentor consiste en compartir su sabiduría y experiencia, no en formar al mentee sobre conocimientos técnicos. El mentor ayudará al mentee a aprender realizando intercambios, formulando y respondiendo preguntas y compartiendo experiencias.

El mentoring tampoco es coaching, ya que un coach prepara a las personas para que evolucionen y no da consejos sobre sus trayectorias profesionales ni oportunidades de desarrollo ni les ayuda a que elaboren su red interna. La función del mentor es transmitir visión y asesorar al mentee en el diseño de nuevas perspectivas para sus planes de desarrollo. El mentor ayuda al mentee a superar obstáculos organizativos o técnicos a través de su networking y ofrece un espacio seguro y valiente para que los mentees expresen sus propios aprendizajes, dificultades o aspiraciones. El mentor busca impulsar al mentee más allá de su zona de confort, apoyando su desarrollo sin dejar de proponer metas exigentes ni impedir el crecimiento autónomo y responsable del mismo. Además, comparte sus propias experiencias y el conocimiento del funcionamiento interno y la cultura corporativa de la empresa.

No todo el conocimiento está en los libros o pasa por haber ido a la universidad. Isaac Newton, padre de la física moderna, dijo que si había logrado ver más lejos era porque había subido a hombros de gigantes. Con esta máxima, popularizó así un viejo tópico de la retórica escolástica según el cual cada generación alcanza progresos que se asientan sobre los anteriormente logrados. Ahí reside también la importancia de los mentores que se cruzan en nuestro camino y nos sirven de faro. En el mejor de los casos, incluso encauzan el rumbo de nuestra vida. Cualidades como la admiración, el respeto, la empatía y la humildad desempeñan un papel fundamental entre mentor y tutelado.
Las enseñanzas del veterano contribuyen al crecimiento personal del novato. Pero en los últimos años el marco de transmisión del conocimiento se ha transformado de arriba abajo. El nuevo entorno digital nos lleva, cada vez más, a una educación autosuficiente, colaborativa, transversal y a distancia. Las figuras tutelares son difusas. Como subrayan expertos en temas educativos, no hay dispositivo electrónico capaz de generar la inspiración que surge en el contacto entre personas, pues la intuición, el entusiasmo y la sensibilidad son teclas que a menudo se activan cuando interactuamos personalmente. Aunque la función del mentor está en auge en algunos entornos de trabajo, no es la tónica general. El mercado es competitivo y precario. Hay una lucha permanente por hacerse un hueco. Con este panorama, es muy difícil que surjan de manera natural relaciones entre juniorsy seniors. Por otro lado, la creciente robotización de los procesos de producción y las plataformas digitales han puesto en jaque algunos empleos tradicionales.

Proceso de mentoring

El desarrollo de un programa de mentoring tiene distintas fases. En un primer momento, en la fase preparatoria, se identifica a mentores y mentees y se asocian de acuerdo con los criterios establecidos. En una segunda fase, de lanzamiento, se presenta el programa al conjunto de la organización y se comunica específicamente al colectivo target del proyecto. Seguidamente, se desarrolla el programa. Para los mentores se aporta formación específica sobre su rol y sobre herramientas de mentoring. Para los mentees, además de clarificar su rol en el proceso, se le plantean dos acciones: la primera basada en una serie de sesiones que contribuyan a obtener mayor visión sobre el conjunto de la organización y sus áreas de negocio y la segunda, aprovechando la anterior, un trabajo de interacción y construcción de comunidad entre los miembros del colectivo de mentees. Una cuarta fase consiste en el soporte y el seguimiento del proceso mediante sesiones de supervisión e intercambio de experiencias entre los mentores, así como un soporte individualizado a través de sesiones de coaching. Finalmente se desarrolla un plan de comunicación e imagen del proyecto.

Beneficios del mentoring

El mentoring ofrece beneficios tanto para el mentor como para el mentee, pero también para el negocio. El mentoring facilita que otras personas adquieran el modelo y los comportamientos del estilo de liderazgo de la compañía, además de ayudar a que los empleados asuman la autoresponsabilidad en su desarrollo profesional. El desarrollo de programas de mentoring fomenta la satisfacción laboral, el compromiso y la fidelización. También permite que las nuevas incorporaciones y las personas que cambian de rol profesional asuman sus responsabilidades más rápidamente. Además, aumenta la comunicación efectiva, la gestión de conocimientos y del talento de la compañía en proyectos estratégicos y permite identificar a los futuros back ups de la dirección de la compañía.

 

También asistimos al aumento de una brecha cada vez más insalvable entre generaciones, que se suma a la crisis de autoridad, y a la disparidad de derechos entre trabajadores veteranos (aún con buenas condiciones laborales) frente a los que consiguen su primer empleo.
Otro obstáculo son los mini jobs o la temporalidad En España, con una duración media en los contratos que no alcanza los dos meses, una elevada tasa de paro,c entre los menores de 25 años y un porcentaje bastante alto de sobrecualificación, queda poco tiempo y escasa voluntad para la lenta labor que requiere una mentoría.
No se invierte lo suficiente en el desarrollo profesional del recién incorporado. En lugar de formar y orientar a los candidatos inexpertos, se tiende a explotar su vocación a sabiendas de que otro lo puede sustituir en cualquier momento. Así es complicado mantener la ilusión y el optimismo en cualquier empresa u organización.Si no se transmiten los consejos y la visión del veterano, todo este valor añadido caerá en el olvido. El aprendiz se quedará huérfano de guía. En el alpinismo, un escalador de reconocida experiencia abre una vía en la montaña, facilitando el camino al próximo explorador que quiera alcanzar la cima. El mentor es aquel que ama su materia y está dispuesto a compartirla con quien emprende una carrera similar. No impone su visión, sino que prefiere formar un dúo creativo: el primero anima al siguiente a interpretar los retos desde otra óptica y a no ceñirse a lo establecido.
El verdadero maestro no busca que lo imiten: aporta al alumno seguridad, confianza y claves para su perfeccionamiento. Por todo esto, es preferible que la mentoría surja espontáneamente. Debería ser un vínculo duradero capaz de construir habilidades estratégicas a largo plazo. Si se produce el relevo sin pasar el testigo, estamos condenados, como en el mito de Sísifo, a repetir indefinidamente el mismo proceso desde el principio, con el peligro además de volver a caer en los errores de siempre.
La figura del tutor es una herramienta capaz de tender puentes entre generaciones y de fortalecer el espíritu de equipo. Aunque ahora exista una gran facilidad para acceder a montañas de información y contemos con la mejor tecnología, lo esencial de cualquier trabajo sigue siendo la capacidad de identificar lo relevante, interpretarlo y saber comunicarlo. ¿Qué mejor ayuda que alguien que haya pasado antes por esa situación?
Mentoring: El secreto de los millenials

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