3 Enero 2019

Por Borja Arrizabalaga.

Las habilidades del futuro que nos diferenciaran como especie inteligente frente a la robotica, serán las mal llamadas Soft skills y en castellano las habilidades «blandas».

De Blnadas o secundarias nada, con respecto a las hard Skills o habilidades fuertes, es decir , las técnicas. Estas son las fáciles de adquirir mediante estudio. Las primeras o referenciales, las mal llamadas «blandas» que yo llamo habilidades de futuro, y no se estudian, Se practican y se ejercen y solo la experiencia y la inteligencia hace que sean las mas fundamentales y las que nos diferenciara de la inteligencia artificial.

Soy consciente de que el término empezó a utilizarse en el mundo anglosajón, para diferencias los problemas técnicos, de más directa solución, de los que tenían que ver con cuestiones más difíciles de manejar porque no eran objetivas ni directas. Pero es que soft, en ingles, y blandas, en español, no tienen las mismas connotaciones.

Ya no es sólo que sea una mala traducción del inglés, que lo es, sino que parece que son como un trocito de blandiblub, algo así como pegajoso, que no sirve para gran cosa, y que no son nada comparándolas con las “competencias duras” (uff, mi competencia de “comunicación” se incomoda aquí). Vamos, como dicen en el sur “como una manta mojá”.

Con esta expresión tan poco afortunada se quiere hacer referencia a lo que un grupo de colegas y yo hemos empezado a llamar competencias o habilidades de futuro (las relacionases), que son aquellas que nos permiten justo eso, relacionarnos, crear redes de colaboración, expresarnos, empatizar, comunicarnos, impactar, facilitar, gestionar personas, saber adaptarnos al continuo cambio del entorno y afrontar los conflictos…; en resumen, todas aquellas competencias que son realmente la clave en nuestra profesión, las que nos diferenciará de los algoritmos y los robots y la que nos permite tener capacidad de influencia.

A la vez que esto sucedía, en el diario Cinco Días salía un artículo que decía que el 77% de los empleadores piensan que las “soft skills” (no lo tradujeron, igual conscientes de que blandas no es una buena traducción o simplemente porque creen que todo el mundo entiende el concepto) son más importantes que los conocimientos. Por otra parte, cualquiera que haya leído algún libro básico de Inteligencia Emocional, como el de Daniel Goleman, por ejemplo, sabrá que son justo estas habilidades las que hacen que las personas se desarrollen, ya que los conocimientos técnicos, o competencias duras (buffff) no aseguran el éxito en ningún caso. Yo me atrevería a decir que igual en profesiones muy técnicas como la física cuántica, pero, aun así, necesitarán las competencias relacionales para andar por la vida. Si no, que se lo digan a Sheldon Cooper.

Cualquiera que haya trabajado la competencia de la comunicación, lo sabe. No son blandas, son fundamentales, por supuesto, en la vida, y en una profesión como la nuestra, que tiene que influir para generar cambios, son aún más importantes.

Las habilidades de futuro (o relacionales) son las que nos hacen ser esenciales en las empresas, aportando valor e innovación, adaptarnos al continuo cambio de los entornos y mejorar el compromiso y el liderazgo. Estas competencias nos permitirán sobrevivir y seguir trabajando cuando la inteligencia artificial supere nuestras competencias técnicas. Son aquellas que nos diferencian de los “replicantes” de Blade Runner, que, por cierto, está ambientada justamente en el 2019.

Habilidades de futuro valoradas en las empresas del futuro

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies